lunes, 31 de diciembre de 2012

La espalda del 2012


Este año han pasado muchas cosas; como en todos.
Ha sido un año que brilla por su ausencia (de mí).
Entiendo que ha sido un periodo de reflexión, de decisiones buenas y malas, de aciertos y errores. De no trascender nunca y ser siempre fiel a una misma (o quizá no serlo nunca). Un año para aprender a valorarse, entender que da igual lo que digan los demás; de afrontar las cosas, buenas y malas.

Este año he aprendido, he reído y he llorado como nunca. He conocido, lugares, canciones y personas increíbles. He sonreído de verdad y he fingido sonrisas de cristal. He encontrado personas que me enriquecen y he dejado marchar a aquellos que no me hacían bien. He redescubierto quien soy, me he redefinido y he aprendido de mis debilidades. He saltado, he caído... pero me he levantado... Este año he vivido grandes cosas. ESTE AÑO HE VIVIDO A LO GRANDE.

Este 2012 ha sido un año lleno de sorpresas.
En realidad no me imaginé que estaría en la situación en la que me encuentro ahora mismo, ni que decir queda que no pensé que a mi lado estarían las personas que hoy me parecen tan importantes.

Me he dado cuenta de que meros conocidos han terminado siendo para mí personas esenciales, y que, esos amigos que creía estarían allí siempre, ya no son sino un recuerdo. Dos personas que se conocieron muy bien (o quizá, que comenzaron a conocerse demasiado tarde)...

Así que termino el año FELIZ. Me he pasado muchos meses pensando, y al final me he dado cuenta de que es inevitable luchar contra el destino, que errores cometemos todos.

Primeros besos, rupturas, amigos y quebraderos de cabeza, quesisíquesino... pero agradecida...

Por que  valoro muchísimo a mis padres que son mi apoyo moral. Por todas esas lágrimas de hielo y de fuego que han recogido, por todas esas sonrisas que han sembrado, por todos esos consejos que me han regalado y por todo ese amor que me brindan. Por todo lo que me habéis dado siempre...

A mi mejor amiga porque ¡la quiero! Por que es mi otra mitad, que me hace reír con sus locuras, con sus miles de ideas absurdas. Por lo blandita que es aunque a veces, se comporte como si todo le importase más bien poco... pequeña, yo sé tu secreto, y eres hermosa, por dentro y por fuera. Eres un trozo de pan, te mires por donde te mires. Espero que cometamos muchas más locuras juntas y que sigas estando ahí como hasta ahora, para  abrazarme siempre que te necesite...

A mi pareja... ¡que raro se me hace decir eso! Así que... a mi mejor amigo. Por que no sé lo que ocurrirá, pero me alegro de que sea lo que sea esté ocurriendo. Por que sabes que me haces sentir bien, porque el tiempo cuando estoy contigo pasa rápido y todo lo malo que ocurre, deja de importar por unos segundos. Por que sé que por encima de todo tengo un amigo en ti, que me escucharás siempre que lo necesite, que me abrazarás y me dirás que todo irá bien aunque ni tú te lo creas. Porque sé que me harás sonreír aunque tú estés peor que yo... porque me he pasado todo el puto año pensando en ti y eso tiene que significar algo... porque sí y no hacen falta más motivos.

A Lida, porque ha escrito un libro fantástico (que tenéis que leer sí o sí porque para algo habéis sobrevivido al fin del mundo) y porque para ella ha tenido que ser un buen año. Porque es una persona bellísima que ama a sus hijos con locura y que, le pone muchísimo amor a todo lo que hace. Conocerla ha sido muy bonito, y me quedo con eso (y con todas las veces que hace que me sonroje. ES UN SOLETE!)

Y a todos los demás (porque si sigo así ¡me darán las uvas! (sí lo sé, SOY UNA SALADA... jajajajajaj)); a todos los que habéis estado ahí en mayor o en menor medida. A los que me escucháis aunque sea esporádicamente (iMad, puedes darte por aludido) enserio, sois geniales. Os agradezco todas las palabras, los gestos... las veces que me habéis hecho sentir bien (a eso se le llama reconfortar. GRACIAS POR RECONFORTARME). Eso tiene que ser que de alguna forma, sois especiales, y es increíble contar con personas que aunque a veces no estén físicamente a tu lado, sabes que no te abandonarán...

Gracias, por éste 2012 que ha sido maravilloso, aunque no haya sido perfecto... pero creo que ha sido un año memorable. Estoy tremendamente contenta, y espero que este 2013 sea un año tan increíble como éste que hoy se nos va para no volver...
Deseo que la felicidad nos inunde a todos y que los sueños se hagan realidad. Os recomiendo encarecidamente QUE LUCHÉIS por lo que os importa, porque no hay otra forma de conseguirlo...

Creo que queda poco más por decir... espero que los buenos momentos le ganen la batalla a los malos y que esas personas a las que tanto quiero sigan a mi lado por mucho tiempo. Creo que no puedo pedir más de lo que tengo... Así que gracias y ¡OS DESEO UN FELIZ 2013 A TODOS! y como último consejo del año ("ya sabe usted mi dicho, tarde pero a tiempo"): ¡NUNCA, NUNCA OS DEIS POR VENCIDOS!

¡FELIZ AÑO NUEVO y feliz (post)navidad!

La emperatriz de los sueños

P.D: Al final no hice ninguna lista de objetivos ni nada... no lo recordé jajajajjaajajajaj


lunes, 19 de noviembre de 2012

Juego de dos


Dicen que no hay que rendirse, que el comienzo, es siempre la parte más difícil, y yo supongo que es cierto, porque, la verdad, no tengo ni idea de como empezar a escribir. Creo que hace tanto que no lo hago, que se me ha olvidado cómo hacerlo.

He estado (y sigo estando) atareadísima, si no es con los exámenes, con los mil y un quebraderos (que, para que engañarnos, todos se remontan al mismo quebradero, que, en resumen, no resulta ni quebradero ni nada) de cabeza (o corazón (puestos a ser ñoños)) que me vengo trayendo de un tiempo a esta parte.
Pero me apetecía escribir (y ya lo anunciaba en twitter hacía poco más de una semana), pero hasta ahora, no he podido hacerlo, pues, el tiempo que ya de por si era poco para mí misma, es ahora mucho menor,compartido entre dos :3

Vale, sí, lo sé... Soy una blanda, pero siempre lo he sido (asumámoslo), aún así, estoy feliz porque creo que a lo largo de este año, he aprendido un montón de cosas, ya no sólo sobre la vida (que parece así como muy filosófico) sino (sobretodo) sobre mi misma.

He aprendido que si alguien te importa hay que demostrarlo; que sólo con palabras no vale. Que es cierto que necesito de palabras para seguir viviendo, pero que con eso, a veces no es suficiente.
He aprendido que si alguien te quiere te busca, y si no lo hace, no te quiere, aunque la paciencia también tiene su límite y hay juegos que se juegan entre dos.

Que los miedos, se vencen enfrentándote a ellos, y que después siempre hay algo mucho más bonito; que :" Me he dado cuenta que he tenido tanto miedo de las cosas malas, que me he perdido las buenas". y no voy a permitir que el miedo me pueda, que evite que sea feliz, porque he aprendido que a veces merece la pena luchar, y que lo que tenga que venir vendrá.
Que hay que disfrutar del camino antes de llegar a la meta.

Durante estos meses he aprendido, que lo que tiene que pasar pasará, y que no importa cuánto o cuán fuerte intentes luchar contra ello, que si está escrito que ocurrá ocurrirá y que si dos personas están destinadas a estar juntas encontraran la forma de estarlo: " Es inevitable.. aveces, sin un "cómo" ni un "porqué" las cosas, simplemente, suceden"

Y por fin, me he dado cuenta, de que lo más alto a lo que podemos aspirar es a ser felices, y que a veces merece la pena arriesgarse para serlo, porque, como alguien me dijo alguna vez: "Quien no arriesga no gana"

Y ahora, no sé cuanto durará esta nueva etapa de mi vida, pero, creo que no me importa, simplemente quiero disfrutar porque estoy feliz y porque los momentos perfectos sí que existen.
Son esos momentos inesperados, esos que te sacan una sonrisa o que te hacen suspirar... y yo estoy tan llena de momentos perfectos... siempre me viene a la cabeza la imagen de un beso, un beso perfecto. Ciertamente, creía que eso no existía, pero puedo asegurar que sí, que hay besos que te dan ganas de gritar tan fuerte y abrazar a todo el mundo que lo único que te lo impide, es quizá, el atisbo de cordura que aún te queda (pero la sensación... es increíble)

Me siento feliz, de verdad, aunque escribo en un día en el que las cosas no me han salido del todo bien,  pero, me siento contenta y positiva, y creo que las cosas irán bien de ahora en adelante, y que lo que me traiga el porvenir va a ser algo inesperado pero enriquecedor.

Así que sólo me queda dejar colgando del hilo de mis vaivenes, la promesa de que escribiré más adelante (espero que pronto) y el intento de escribir quizá algo más profundo, un poquito de introspección.

Pero de momento...
me quedo con la sensación de un beso perfecto :3



martes, 25 de septiembre de 2012

Simplemente escucha lo que tengo que decir

No tengo ni idea de como comenzar... no nos engañemos.
Puedo partir de esa base (aunque va a acabar siendo una premisa), "no nos engañemos". Y es que, acabo de terminar de devorarme (no literalmente) "Just listen" que, si me permitís comentarlo, ya lo dice todo.

Párate a escuchar, no hay más...

Así que, he venido a darme un repaso y a dejar de preocuparme sobre lo qué es potable y lo que no, porque a fin de cuentas, escribir siempre ha sido una manera (quizá la única que he tenido) de ser sincera conmigo misma.

Hace un par de días intenté escribir una entrada con el móvil, pero fue un desastre total de frases tristes e inconexas (la tristeza era de mi propia cosecha, la incoherencia un añadido del móvil). Pero hoy estoy positiva, porque he decidido dejar de engañarme y comenzar a ser sincera (como antes; cuando tenía diez u once años (antes de que comenzase a complicarse mi vida realmente (aunque me imagino que es lo de siempre y lo que dice todo el mundo... aún así, los problemas de uno siempre son total y absolutamente "transcendentales (entre comillas, claro) para uno mismo)) que no dudaba en decir lo que pensaba, cuando soltar un: "yo no miento" no era una mentira. Ahora (y me doy cuenta después de años) lo es... y me niego a ser parcialmente sincera. Porque es posible (o factible al menos) que mis quebraderos de cabeza, vengan, precisamente, de esa pelota en el tejado ajeno y ese ovillo que se ha ido haciendo más y más grande con el tiempo).
Aunque sé que no es fácil, porque al final, una se vuelve cínica (en su justa medida (no penséis que soy una neurótica que finge cada vez que le hablan... no es el caso, prometido)), al menos un tanto, y aprende a justificar cada movimiento, como en una partida de ajedrez (y sin saber jugar, como es mi caso) con esos peros que terminan siendo un: "no lo hago porque soy una jodida cobarde". 

Pero poco a poco (no pensemos en conquistar Roma en un día) voy a intentar volver a las raíces de la sinceridad infantil, porque, con "Just listen" he aprendido que las verdades duelen a veces... las mentiras (o verdades a medias, por muy piadosas que sean) duelen siempre. 

Mi primera tarea, supongo, es sincerarme conmigo misma, y responderme con sinceridad a todas las preguntas que aún hoy me sigo haciendo. Si no confío en mí, entonces, no puedo pretender confiar en los demás... Sería un poco absurdo (y yo peco de absurda constantemente).

Por otro lado, querría comentar que en mi vida "todo va bien". Pero bien es una palabra carente de matices, como pueden ser la palabra espléndido (que tiene un cariz mucho más positivo y bien aventurado) o la palabra insuficiente (que significa que algo falta. Que se necesita de un más (de una motivación, un plus o algo similar))
Por eso... definiría mi situación actual como confusa. 
Por una parte, adoro a mis amigos ( y aunque puedo contarlos con los dedos de una mano, soy plenamente consciente de  la fe ciega (aunque a veces no tanto... ¿Porqué no me atreví a contarle a... ella, lo que había ocurrido la noche del sábado y la conversación posterior?) (ahora iré a ello...) que deposito en ellos). Sé que puedo contarles lo que quiera, que ellos estarán ahí para ayudarme, siempre, sin juzgarme demasiado duramente.
Por otra parte, tengo la constante sensación de no haber terminado de saldar mis cuentas con el amor, aunque hoy no quiero centrarme en esto... siento que es mi pendiente constante (y aunque no me refiero a una cuesta, sino a un continuo, podría decir que, en cualquier caso, también es algo que me supone un esfuerzo casi físico (como el de subir una cuesta)) y... luego están los estudios, que, pese a las promesas que le hice a él, los tratos y las palabras (que se lleva el viento), se encuentran en un segundo o tercer plano que pronto comenzaré a teñir de alarmante (Ahora borraría lo de alarmante, porque sé que una buena amiga Colombiana me va a reñir en cuanto lo lea. A ti, Dulce, tranquila que te aseguro (y puedes creerme porque me he tomado enserio lo de ser sincera paulatinamente) que no tendré problemas a pesar de mi falta de atención).

Así que continuando con mi nueva neura, puedo decir que siento que mi vida va a tomar un cariz muy positivo y que, pese a todo, me siento entusiasta y positiva (que dista mucho de mi carácter a lo largo de estos últimos meses)

Bueno... para finalizar (me doy cuenta de lo diferente que es esta entrada a todas las anteriores... parece tan infantil... y sin embargo, creo que es la más personal (entendedme, no en el sentido estricto de la palabra, sino más bien en el sentido de ser la más sincera, sin peros o verdades a medias... sin frases que-no-puedo-decir-porque-estoy-demasiado-asustada-para-hacerlo)), como lo prometido es deuda ( y también porque debo sincerarme conmigo misma)... me pregunto porqué no pude confesarle a mi mejor amiga la conversación que mantuve con él, el domingo de madrugada.
Para empezar, creo que en parte mi negativa (y mi posterior propuesta de que se lo preguntase ella misma a él) se debe a que estaba casi completamente convencida de que él no diría nada. Fue una conversación de estas en las que es más importante lo que está escrito entre líneas que la conversación en sí, y, realmente, me impactó muchísimo que me expusiese todo aquello que yo misma me había convencido de que tarde o temprano ocurriría. Pero supongo, que por mucho que la esperes, la realidad no deja de ser real (y por tanto, palpable) y que quizá por eso, a pesar de todo es capaz de sorprenderte. Para mí fue como un balde de agua fría... Inconscientemente, él, me estaba escribiendo todo aquello que yo misma había escrito antes (en otro papel y en otro contesto) y me estaba pidiendo, esta vez sí, una reacción... la que fuera. 

Y no sé, supongo que en realidad no quería compartir esto con mi mejor amiga.

Y es que no siempre se está preparado para compartirlo todo, y yo, a lo largo de los seis - siete últimos meses, me he acostumbrado a callarme demasiadas cosas... y las suposiciones son siempre muy atrevidas...

La emperatriz de los sueños (que está realmente contenta de haber vuelto, con una entrada tan... juzgarla vosotros mismos y me decís :P)

jueves, 2 de agosto de 2012

Smile... why? just you can!



Iba a escribir sobre el monumental cabreo que me he cogido después de mi intento fallido (de casi una hora) de pintarme las uñas para acabar desistiendo y cortándomelas, con la promesa de dejar de hacer "estas gilipolleces" por un buen tiempo. Pero pensándolo bien ya no estoy enfadada ni tengo intención de estrangular a nadie; no obstante me siento en paz conmigo misma.

Y creo que sencillamente por esto ya no escribo, porque no tengo nada que decir.

Me sentó realmente bien hablar de nosotros, como lo hiciera aquí (aunque me pasé varios días con sensaciones más que extrañas y conocidas, que sin lugar a dudas eran: miedo, miedo y más miedo, que tanto asco me da y que tan poco me deja comer...) sin tapujos y con total confianza,contigo.
Creo que me liberó que me contases tus dudas y que, hablándote pudiese disiparlas, porque ambos estábamos atrapados en un pasado, que, quieras que no, pasado está.
Por eso mismo creo que he llegado a mi conclusión final, a mis conclusiones finales.
Me ha costado mucho tiempo descubrir (o acercarme) lo que siento y qué me oprimía tanto y ahora que por fin, tengo la sensación de haber recuperado mi mundo, me he quedado sin nada que contar.

Sé cómo soy, y que mis entradas anteriores a ti eran literarias y al menos en el sentido estricto de la palabra, puramente poéticas, y que si me costaba tanto escribir, era, quizá porque no tenía nada que contar.
Después llegaste tú, pusiste mi mundo patas arriba (tal y como te confesé a ti, aunque, lo hice sin dobles sentidos que particularmente, ahora, vienen de fábula) y te adueñaste de mis pensamientos y de mis más íntimos sentimientos.
Pero, precisamente porque sé cómo soy, me veía (y sigo viéndome) incapaz de escribir sin tapujos, con el escudo que provoca el anonimato, precisamente porque no puedo llegar a ser totalmente anónima, y quizá también por eso nacieron también, mis miles de borradores que nunca verán la luz.

Y es que últimamente (obviando el hecho de que escribo menos) escribo para mí y no para los demás, y quizá ahí radica el cambio más vistoso.
Ya no puedo hablar de historietas de una chica que se va a la playa y se chamusca al sol (sí, efectivamente... ) simplemente porque para mí eso ha pasado a un segundo plano, y mi incertidumbre a concluido por fin.

Quizá os preguntéis (si es que en algún momento alguien desconocido me ha leído, por la casualidad que sea(porque a veces el destino es muy caprichoso, si no, que me lo digan a mí)) cual ha sido mi decisión, y que voy o no voy a dejar de hacer, pero (y aunque no soporto los libros que dejan un final "a imaginación del lector") creo que no voy a decirlo, precisamente porque no sé que ocurrirá entre nosotros dos.
Sé que siento algo especial por ti y aunque sea incapaz de definirlo, en el fondo, eso ya no me importa.
Sé que me importas tú y que te necesito conmigo, que me gustan nuestras interminables charlas y que he encontrado un compañero en ti. Un gran amigo... y no sé, sinceramente, si algún día (lejano o no) llegaremos a ser pareja o lo que sea, pero en este preciso momento, creo que no me importa tanto como el hecho de querer tenerte aquí conmigo, de la manera que sea. Me gusta que me hagas reír...

Recuerdo que al principio de toda esta cháchara, y de todos mis desvaríos (de mis " que si sí que si no" como los llama mi amiga Dulce) dije que quería ser egoísta contigo, aunque no fuese justo. Que deseaba que me perdonases y pudiésemos seguir formando parte de la vida del otro... y asombrosamente ¡lo hicimos! y es algo que de veras me importa y que te agradezco de verdad (ojalá pudiese ser más explícita... pero hay sentimientos y pensamientos también, que me reservo para mí y la intimidad de mis noches).
En el fondo, no sé si mi error fue tal, si jugamos mal las cartas o que no era el momento... o qué se yo.

En cualquier caso me alegro de que estés ahí... y te lo dije a ti (que es lo que cuenta. Con que lo sepamos ambos, me doy por satisfecha), formas parte de mi vida, y eso está bien. Claro.

Y volviendo a mis cabreos inexistentes, creo que debería decir que es posible que no escriba en un tiempo (como vengo acostumbrando) y que (a los que me leáis) no me matéis mucho, porque seguiré escribiendo, pero, francamente, últimamente necesito hacerlo para mí. En privado. Espero que podáis comprenderlo y que esperéis a que desvaríe de nuevo (seguro que es más pronto que tarde, ¡conociéndome!)

Así que... prometo traeros sueños rotos e inconclusos y promesas vacuas pero llenas de mi (y mi aura que es una caca encantadora), un besito enorme (que hoy estoy super conectada a vosotros y por eso, esta entrada no se parece en nada a las anteriores) a todos vosotros.

La emperatriz de los sueños (de 5 años de edad para arriba)

miércoles, 27 de junio de 2012

Shh...



Hay cosas que mis manos no pueden teclear, palabras que no puedo decir.
Hay cosas que me dan tanto miedo como gritar en medio de una ciudad llena de gente.
Hay cosas que me enajenan y otras muchas que me atemorizan.
Hay cosas que significan tú, y otras que significan yo contigo o sin ti.

Intento hablarte de todo esto pero callando, te guío para que comprendas que quizá son más importantes mis silencios que mis palabras...
Entiende que no puedo evitar buscarte, y sé que en el fondo, tu estás tan unido (o más) a mí como lo estoy yo a ti.
Porque tienes razón cuando dices que "hace ya tiempo de aquello" y "quizá antes dolía hablarlo, pero ya... creo... que no. Ha pasado casi medio año".

Quizá sea verdad que han pasado los meses y que yo sigo estando en este punto intermedio (en standby) y que me niego a ser valiente de una vez por todas.
Sí, puede que eso sea cierto, pero no me digas que ya no duele... Yo sigo siendo incapaz de hablar "de lo que ocurrió entre nosotros" sin sentir que algo dentro de mí a cambiado. Sin sentirme injusta, sin sentir que te estoy hiriendo...

Porque es verdad, es verdad quizá que la nuestra es una relación encantadora, pero, claro que duele... y en el fondo siempre he creído que te duele mucho más a ti que a mí.
Los silencios duelen, y nosotros (siempre) callamos.Porque si somos (al menos yo lo soy, y sé que a ti también te cuesta, aunque tú seas mucho más valiente que yo) incapaces de hablar de lo que sentimos el otro, es simple y llanamente, porque lo que sentimos no significa nada o lo significa todo (como es mi caso).

Y sé que eres incapaz de comprender mis palabras a medias, las miles de veces que he intentado explicarte cómo me siento, con esos "casos hipotéticos" que no lo son tanto.

Y también sé cómo te sientes tú, y que tarde o temprano te cansarás de esperarme.
Pero hay cosas que no puedo decirte, hay cosas que siento y no puedo comprender, hay cosas que sólo podremos saber tú y yo...
Tú y yo...

Porque siempre se ha tratado de ti, de lo muchísimo que me cuesta no sentirte, de lo muchísimo que sufro si tú sufres.
De las veces que lloro porque te hacen (o te hice) daño y de lo mal que llego a sentirme cuando tú te sientes mal.
Se trata de lo feliz que me hace tu felicidad y lo desdichada que me hace tu desdicha.

Siempre se ha tratado de como me haces sentir, y cada vez se trata más y más de eso...
De mis borradores, de mis miedos, de mis dudas.. de ti... de mí...


La emperatriz de los sueños (que empieza a pensar que escribe entradas basura)(pero que tiene que escribirlas u.u!)

viernes, 1 de junio de 2012

Bailemos siendo totalmente (o parcialmente) sinceros



Cada vez escribo menos, cada vez tengo menos cosas que decir, menos ganas y me siento defraudada conmigo misma.
Ya no me quedan salvoconductos a los que agarrarme, y por eso, me doy cuenta, de que la única fuerza invisible que me queda para subsistir eres tú.
No sé en que momento te has convertido en mi mera existencia (y no quiero decirte con esto, que tú lo seas todo para mí, lo que sí te digo es que, ya no concibo otra manera de pensar que pensarte. Otra manera de sentir que sentirte), ni en que momento he comenzado yo a tragarme mi orgullo.

Has pasado a ser ésa parte inconclusa de mi misma, y te juro, que no sé cómo ni cuándo a ocurrido todo esto.
No comprendo cómo mis miedos han pasado a ser mis dudas y mis dudas a ser tú.
Y cada vez siento que me enajeno más que la vez de antaño, pero, con el alma desprovista ya de escudos, con el corazón en la mano, te digo, que eres lo que estoy buscando.
Aunque (quiero seguir aferrándome a que no sé qué siento por ti) sigo estando tan asustada como al principio, cuando nuestros labios se juntaron y me diste ese primer beso que distó mucho de ser de película, pero que, me dejó con el peso de tus labios en mis labios. Con el peso de ti. De tenerte cerca.

Sigo asustada, es innegable, y quizá por eso soy tan volátil y las cosas van tan despacio.
Ya sabes, que yo necesito de mi tiempo y que soy asustadiza y que no puedo evitar quebrarme cada vez que (me doy cuenta) calas hondo en mí. Eres mi perenne película sin final, mi historia inacabada.
Tengo miedo (y desde el principio a sido así), miedo de no admitir lo que me está ocurriendo, de equivocarme, de sufrir; miedo de tener miedo. Y estoy tan cansada de luchar contra mis quimeras, que, mi único remanso de paz eres tú.
Y es todo tan injusto (y suena todo taaaaan tremendamente angustioso) que desearía llorar para sentirme un poquito más libre.
¿No es injusto acaso, que tú seas mi bien si yo (sé en el fondo) que soy tu mal? ¿Cómo puedo herirte incansablemente?

Ya no sé si hablo de ti, hablo de mi o he vuelto al nosotros, pero como Descartes una vez "Sólo sé que no sé nada" y ojalá no supiese lo que empiezo a intuir, porque ¡Oh Dios! me asusta tanto...
No quiero depender de ti, ¿no lo entiendes? ¿no lo ves? pero empiezo a notar que es inevitable, que bebo de tus palabras como un sediento bebe con gozo de un manantial...
Quizá fuese más fácil si tú fueses la manzana envenenada de este cuento y no la manzana que tentó a Eva.
Me tientas, porque eres tan increíblemente bueno que ya no sé ni como negarte.
Sé que ya no puedo negarte.

Y ahora desearía escribir un final de puntos suspensivos, no pensar y no sentir. Hacer como si esto no estuviese pasando, despertarme mañana y ver que no estás ahí.
¿¡Pero qué me digo!? no sé lo que haría si de veras descubriese que me faltas. Te lo estoy diciendo, me enajenas con locura y es que, empiezo a comprender lo muchísimo que te necesito. Te necesito... uno que suena como el eco de una voz ajena a la mía...

La emperatriz de los sueños (sin comentarios)

P.D: iMad muchísimas gracias por aparecerte siempre en los momentos más difíciles, creo que no me voy a cansar de agradecértelo. De verdad, gracias por hacerme sentir que tengo un ángel de la guarda (o algo similar) y compartir conmigo esas palabras que siempre me hacen sentir bien. Gracias por quererme aunque yo sean una burra muy a menudo y nunca atine contigo, pero de verdad, te adoro. Y necesitaba decírtelo. GRACIAS POR SER MI AMIGO :)

miércoles, 18 de abril de 2012

Pretextos


No sé para que me engaño... para qué son las excusas o qué pretendo al pretender, quizá simplemente tenga miedo o sea una excusa más para no admitir que he crecido o que estoy en ello.
Que me niego a ver las cosas porque, a lo mejor, después me da miedo el mundo real. Porque no sé dejar(te) que me quieran, aunque consiga hacerme querer.
Las putas excusas y los exquisitos engaños se quedan colgados de tu sonrisa y yo soy la misma tonta que "ni contigo ni sin ti"
La que tira y no afloja y la que da vueltas en círculos porque no sabe a donde espera llegar.

Tengo miedo de darme cuenta de que un día no estarás y miedo, quizá, de saber que puede que aún hoy sigas estando ahí.
Busco pretextos que me cobijen y no me pongan demasiado triste, pintarme una sonrisa con el pintalabios que descansa sobre una cómoda dormida, y agarrarme fuerte a la almohada cada vez que me descubro sonriendo(te).
Tomar un respiro cada vez que entre risas y lágrimas la vida se me pasa volando, con la compañía de esa persona especial (que siempre ha estado ahí. Sin excepciones. La chica de los labios rojos, mi niña (que poco te agradezco todas tus imperfecciones que te hacen única), mi hermana y mi pequeño gran mundo) descansando en mi cama junto a mí, respiración contra respiración (y algún jadeo que se escapa después de alguna que otra locura o baile frenético a ritmo de canción desafinada). No preocuparme porque sé que tú, querida, no entiendes nada y eso me hace bien.

Volver siempre a él como el río va a la mar o como la sombra sigue a su amo.
"Reducirme al polvo de tu sombra" y pensar que a lo mejor el viento me llevará contigo.
Creer que estoy total y absurdamente enamorada de ti, y descubrir al día siguiente, que es todo tan imposible y tan estúpidamente inconcluso, tan absurdamente perfecto, que no puede ser. Descubrir al día siguiente que no te quiero.

Quererte sin querer y no querer quererte.

Me vuelves tan eficazmente escurridiza y enfermizamente dependiente que no sé como escapar a ese depredador que yo solita me he buscado.
Encontrar pretextos (siempre excusas, mentiras mal formuladas y palabras a medias) para fingir que tu sonrisa no me hace feliz y encontrar razones para entender porque no sé como definir esto que siento. Me enajeno solo con pensarte, pensar en lo que podría ser si no fuésemos tú y yo. Si fueses tú y no fuese yo.

...Porque la pieza de este rompecabezas que no encaja soy yo... y eso después de todo, quizá sea lo más absurdo y doloroso de todo

La emperatriz de los sueños

martes, 3 de abril de 2012

... (II)


Voy a tomarme un minuto para distanciarme de ti y hacer caso de aquellos que me dicen que hablarte no tiene porque ser terriblemente malo, aunque siga siendo tremendamente injusto.
A fin de cuentas, recuerdo, que la primera vez (a finales de octubre del 2009) que escribí en la blogosfera, lo hice entre lágrimas.
Estaba asustada, confusa, con un dolor inaguantable en el pecho, llena de impotencia y con ganas de maldecir al amor por ser tan destructivo, tan veraz... por ser esa fiera que yace dentro de cada uno de nosotros y que resurge para desgarrarnos y anidar en nosotros, el sentimiento de desesperanza mezcla de la agonía de seguir alimentando una esperanza casi exangüe.

Han pasado tres años pero sigo siendo la misma estúpida que con un par de años más, y una ínfima experiencia sobre la espalda, reta a la vida y siempre siente que acaba perdiendo.
La misma que llora de debilidad o porque se siente cansada.
La que nunca encuentra respuestas y siempre deja el tiempo pasar, como una cobarde, para asegurarse de que las aguas están más calmadas.
La misma que habla de amor, sin, probablemente, saber lo que es. La criticona, la que busca explicaciones, la que desiste, la que se cansa, la que patalea y se cree más lista de lo que realmente es.

Esa era y sigo siendo yo, con una figura más moldeada, una sonrisa con un hoyuelo a estrenar (signo inequívoco de las alegrías que me separan de aquella idiota de antaño) y dudas nuevas. Con pretextos y argucias para escaquearse de pensar en lo que de verdad me asusta... la misma que evade la realidad con sueños absurdos.

Por eso, creo que no puede ser un pecado retomarte como mi salvoconducto, sin importarme el echo de saltarme mis propias promesas, de herir mi propio orgullo y decepcionar a todo aquel que pueda estar leyéndome. Creo que con el tiempo (y he necesitado de más de un buen consejo) he aprendido a saltarme mis propias normas, y hacer lo que necesito.
Y hoy, necesito hablar de él.

Porque, no quiero seguir engañándome más, quizá esto me ayude a aclararme (si es que verdaderamente hay algo que aclarar) y pueda, al ponerlo sobre papel (mojado) entrever todo aquello que se me escapa, aunque siendo sincera, dudo que esto ocurra. Sea como fuere, prefiero olvidarme de mis borradores, y hablar de todas esas veces en las que dudo de todo cuanto a ocurrido.
Algunos lo saben, no tantos como merecerían saberlo, pero sí los suficientes como para poder sentir que no estoy estrictamente enajenada y que aún conservo parte de mi cordura (aunque cada vez más recóndita), ellos, quizá los únicos que, saben de este mar de emociones, de este sinsentido en el que estoy viviendo últimamente.
He leído todos esos borradores que por miedo, por orgullo (ahora herido) y demás pretextos inútiles nunca verán la luz, y he descubierto, no sin cierta congoja que todas y cada una de las líneas allí guarecidas hablan de él.

Soy la pescadilla que se muerde la cola, ahora lo entiendo. Voy dando tumbos, y ando en círculos buscando explicaciones a preguntas aún sin formular. ¿Porqué cuando me digno a acertar con una pregunta, la respuesta me evade y porque cuando doy con una respuesta, más o menos convincente, el universo se alinea para, compinchado, cambiarme las preguntas? Soy un bucle de tiempo infinito que transcurre en los diez segundo que dura la musiquita de fondo en una tragaperras (de tragar perras ando yo harta, entre otras cosas)

Pero que se le va a hacer... tampoco tengo definiciones ni palabras que buscar.
Espero encontrar respuestas sin formular preguntar y preguntar sin buscar respuesta. Espero encontrarme a mi misma en el camino de la duda, porque, inconscientemente me he ido perdiendo y disfrutar pronto de todo lo que hay a mi alrededor que no es poco. Mientras, recurriré a mi frase fetiche de cobardica emperrada en hacer de la vida un mundo casi sencillo: "Tiempo al tiempo"

Ahora no puedo evitar alegrarme de saber que mañana, al fin, es miércoles y que nos volveremos a ver. Creo que eso me pone contenta, lo que, no evita se desaten emociones contradictorias y sentimientos adversos, cómplices de mi (ese ya idolatrado) delirio... pero bueno, creo que ahora mismo eso tampoco me importa... tiempo al tiempo, el consuelo de los tontos (sí,sí equiliquá)

La emperatriz de los sueños (enredos)

sábado, 17 de marzo de 2012

Reflexiones dormida (no dormidas)


Sé que hace un mes que no escribo.

La última vez, lo hice entre lágrimas, con un nudo en la garganta y con la firme intención de esconderme bajo las sábanas y no salir hasta el próximo amanecer.
Por supuesto, no lo hice.

Siempre, desde pequeña, me ha gustado enfrentarme al mundo, e incluso a mi misma, por cabezonería o quizá, por, simplemente, demostrarme que yo también puedo ser fuerte.
Siempre he admirado a esas mujeres capaces de controlar sus emociones, de salir adelante cuando parece que todo está perdido. Esas mujeres que no lloran porque piensan que es un signo de debilidad.
Creo que siempre las he admirado, de la misma forma que admiro a esas mujeres que lloran con la cara descubierta... esas que te desgarran el alma cuando una lágrima brota, y comienzan los sollozos.
Ya sé que no hablo de mi fortaleza... porque, no puedo evitar ser tremendamente sensible y avergonzarme de ello.
Siempre he creído que soy fuerte, pero mi cuerpo me demuestra que no lo soy.

Ciertamente, no me importa lo que diga mi cuerpo, siempre y cuando mi razón me diga, que soy como esas mujeres que no se dejan amedrentar por nada... que tienen debilidades aunque sea imposible encontrarlas. Eso las hace fuertes. Nos hace fuertes.

No sé bien porque hablo de fuerza, ni de valor, ni siquiera de mujeres... pero supongo que es tarde y que empiezo a estar perdida en el embotamiento.

Me he tomado un tiempo para reflexionar; voy más allá... me he tomado un tiempo para dejar correr los minutos, los días, las semanas...
He querido reconciliarme conmigo misma y con él, y descubrir si había hecho lo correcto, o por el contrario, me arrepentía de haber dicho adiós.
No ha sido así.

Ahora, con la perspectiva de que a pasado un mes, puedo afirmar que hice bien en dejar ir lo que no me pertenecía... pero dije que no escribiría más sobre él (sobre ti), y no voy a hacerlo...

Así que, esta entrada, escrita a la puertas del sueño, del agotamiento y del delirio; a caballo entre un sábado o un domingo (ninguno de los dos días deseaba acogerla en sus brazos) es un escrito para decidirme a decir que mi inspiración se ha marchado, otra vez, Dios sabe a dónde.
Para contar que en este mes, que ha sido tan y tan extraño (en el que me he sentido tan atrapada por la obsesión, tan enganchada a él y tan bien conmigo misma) y tan tan ambiguo, me he sentido propia, por primera vez desde que le conozco.
Y suena cruel y ruin, pero al fin vuelvo a sentirme libre...
Ya no soy presa del miedo.

Y quizá por eso, no soy una mujer tan fuerte como quisiera, y voy camino de no serlo, pero tampoco me atormenta tener que pedir ayudar o claudicar de vez en cuando... pero nunca, nunca me rindo. Porque, al fin y al cabo, rendirse no es una opción en la vida.
Porque puedes darte por vencido, pero no dejarte vencer...

Siento que vuelvo a tener esa garra arrebatadora, y aunque es muy probable que no me encuentre tanto como quisiese, que las palabras se me escapen y que la inspiración me rehuya, no pienso renunciar a ser yo misma...

Siento no ser tan esclarecedora como me hubiese gustado, pero... tampoco puedo evitar tener los sentidos aturullados por la hora... creo que mañana (bueno... hoy) no podré evitar sentir que esto es un sinsentido, un despropósito, una bula... pero bueno, es lo que soy... una chiquilla llena de despropósitos, de mirada inquisitiva, de duda en lo dedos, de pasiones en los labios y de meteduras de pata en todo el cuerpo...

Soy lo que soy y vuelvo a ser yo...

La emperatriz de los sueños (más dormida que despierta)


lunes, 20 de febrero de 2012

Adiós liante :*


Y siento... lo siento tanto y tan hondo.
Decirte adiós creo que me hace más daño que tenerte aquí, pero créeme cuando te digo, que no puedo seguir sintiendo que cada vez que te veo o sin verte, me estoy volviendo loca. Que no quiero más miedos, más compromisos, más besos fugaces que lo significan todo... que necesito volver a ser yo, aunque ahora, y esto tú probablemente nunca lo sepas, lloro como hacía demasiado tiempo no lloraba.
Si es que no recuerdo cuando fue la ultima vez que escribí entre lágrimas, la última vez en que afloraron tanto y tantos sentimientos.
Y tú, probablemente no entiendas que cuando digo que me importas de verdad lo digo de veras.

Porque a fin de cuentas tú siempre serás aquel que me robó los sueños, los besos y esos suspiros.. las risas e incluso las ganas.
Pero tenías tanta razón al decir que febrero era un mes maldito, y recuerdo que lo hacías mientras me agarrabas de la mano y yo pensaba en no soltarte nunca más... Pero ahora, ese recuerdo tan reciente queda lejano, y ya no sé si me estoy disculpando o entremezclando todo esto que siento.
Porque sí, si no podía estar contigo quizá tampoco aprenda a estar sin ti.
Pero ya ves, me ha vencido el miedo, y ahora, ahora casi puedo decir que me siento libre y con más ganas que antes de estar contigo, porque... me oprimías, me asustabas, me daba cuenta de que tú querías mucho más de lo que yo podía querer... Y es que creo que lo que más me duele es ser yo la que te destroce a ti, después de haberme aparecido como alguien que podía devolverte la sonrisa.

¿Cuantas veces tengo que hacerte sufrir para que te des cuenta de que eres demasiado bueno para casi cualquiera?
Creo que te echaré de menos, liante, pero... siempre quedarán conmigo todos esos momentos, porque, como dijo una vez un buen amigo: Siempre que tengo problemas ahí está la palabra amor.

Y ahora, soy consciente de que te he cogido demasiado cariño, y por eso, te deseo que seas FELIZ y que (y siendo egoísta) puedas seguir creyendo en mí.

Adiós, pequeño, adiós...

P.D:Espero poder seguir improvisando contigo, pero ya sé, que quizá eso, sea demasiado pedir. LO SIENTO.

La emperatriz de los sueños

viernes, 3 de febrero de 2012

Tum-tum...


Cuando pienso en ti no puedo evitar pensar en miedo.
En todas las sensaciones que me recorren cuando tú estás aquí y en tu ausencia. Miedo, de sentir que me estoy volviendo loca, y esta vez es literalmente.

Ya no hablo de miedos a media, ni de tintas (a tientas) enteras, hablo de que no entiendo absolutamente nada que no sea tu idioma, y mis absurdos latidos (y la hipertesión, que también me anega) que no me dejan ni respirar sin sentir exactamente esto, que me estoy enloqueciendo. No, ni siquiera entiendo tu idioma, simplemente ya no entiendo nada. Me dominas, me embotas, me aturullas y me reduces... y ya no sé si es que todo esto viene tan deprisa o soy yo la que necesita tanto tiempo.
Entiendo, que me haces sentir tan especial, que asustarse es necesario, pero... ¿Puedo seguir siendo la niña que he sido hasta ahora, mientras poco a poco me vas convirtiendo en una persona casi adulta? o¿ necesito aprender a andar entre tus brazos para crecerme a tu lado?

Da igual como sean las cosas, escribirte me hace bien, aunque me persuade de que en realidad sí, tengo muchísima razón, te has adaptado perfectamente a las cuatro esquinas de mi mente circular.
Aunque ahora también le he cogido miedo (miedo a escribir); miedo a querer conjugar el verbo querer sin quererlo en realidad, porque... últimamente pienso dispar, y me acaba llevando a ti.
Supongo que se me ha olvidado como era, o quizá, que hasta ahora no había pensado así. Y es que, la vida da muchas vueltas,recorre muchos caminos en círculos, pero... sea como fuere, todos los caminos me llevan a ti (digo a Roma)

Y es que (sé que ya lo he dicho) pero no puedo evitar sentir, que cada vez que pienso en tenerte junto a mi, se me erizan los bellos, y las piel se me pone de gallina. Y siempre, casi sin excepciones, siempre que pienso en ése beso, no puedo dejar de sentir que mi corazón late mucho más deprisa de lo que yo jamás creí posible.
Y el calor me embarga, me arden las mejillas, y despierto febril sabiendo que pronto estaré tan serena o tan inquieta, que casi me dará un tumbo el corazón, pero que estaré contigo. Y es que es así de simple (simplemente complejo), estar contigo me asusta y sin embargo (me empiezo a dar cuenta) de que tampoco quiero estar sin ti.

Así que... ¿improvisamos?


viernes, 20 de enero de 2012

* . *


He decidido tomarme las cosas con calma sólo para ver como se precipita lo que tan lentamente nos está ocurriendo.
Y es que ando tan estúpidamente enganchada a ti, que te imagino corriendo camino a casa para volver a hablar conmigo.

Tan ilusionada con algo que hace apenas, ¿cuánto? ¿10 días? no era ni capaz de imaginar, que no puedo parar de repetirme que tu sonrisa es maravillosa.

Porque sé que no eres perfecto, ni te asemejas a ése prototipo de chico, que yo siempre quise en mi vida.
Tú eres real, y eso te hace tan mágico... Porque ¿para qué engañarnos?, te digo, me encanta que sonrías, que siempre tengas las manos frías, que tiembles y tengas que refugiarte bajo miles de mantas. Adoro cuando me hablas como si fuese la única, como si lo importante de todo esto fuese yo, cuando juegas con un mechero que nunca usas, cuando prometes encontrar mis puntos débiles y hacerme fuerte jugando con ellos.

Y es que he decidido dejar de tener miedo, a todo esto que, hace ya tanto tiempo que ya resulta como nuevo para mí. Porque es verdad, no se puede hablar de nada sin antes sentirlo, y ahora que te siento, que hay "feeling", puedo hablar de ti sin demasiado pudor.
Si es que ya no puedo parar de pensarte... ¡Qué ridícula e irónica la vida!, pensé que nunca me fijaría en ti (yo tan obcecada con él, sin verte...) y mira ahora a donde he llegado.

Y es que me da tanto miedo escribir estas líneas, miedo por saber que quizá no se hagan realidad, que no quiero ni pensar qué sería de mí si me doy cuenta de que me ilusionas demasiado. Porque es que, me encanta abrazarte, darte esos dos besos que tú siempre me pides...
No sé, si es que simplemente me encantas tú, y ya no quedan explicaciones suficientes para justificar eso.
Y ahora, puedes considerarte afortunado, me has robado algo que siempre creí mío... mis pensamientos y ¿porqué no? la inspiración.

La emperatriz de los sueños (nunca mejor dicho)

domingo, 1 de enero de 2012

recordando hemos andado hasta el 2012 :)



Cuando me he levantado, a eso de la una del mediodía, estaba inspiradísima, con un repertorio alucinante para irme por las ramas, especialidad mía, por otra parte. No obstante (que manía tengo con los peros), ya se sabe que la inspiración viene cuando viene y que entre tostada y tostada no se puede pasar a felicitar el año.
En cualquier caso, y sea como fuere, ¡FELIZ 2012!

Como ya viene siendo tradición, al menos en los tres años (¿tres ya?) de bloggera (y que rara se me hace la palabra), caigo en la tentación de hacer balance. En realidad, creo que este (este pasado) ha sido un año fantástico (perdonar las incongruencias que podaís encontrar con respecto al tiempo), un año que, quitando pormenores, me ha dado grandes satisfacciones y no tantos disgustos como vengo acostumbrando. Porque, haciendo un balance un poquito general, no puedo decir que tuve una infancia absolutamente fácil (no digo por supuesto, que fuese complicada), tuve la mala suerte de nacer en un mundo de niños crueles.
Pero bueno, con el tiempo una se da cuenta de que mi generación fue y es la generación de los (perdonar la palabreja) "hijosdeputa" por excelencia. Claro que hay excepciones que sin duda alguna demuestran la regla, gente que es adorable, encantadora, sencilla, amigable, inteligente... y unos muchos otros -ables que podaís encontrar por ahí (no, no me refiero a impresentables, abobinables, indeseables... Mejor olvidar lo dicho).
Encontré buenos motivos (siempre para una niña de cinco años) para sonreír todos los días y seguir creyendo en las cosas bonitas, como mis dibujos o los cuentos que me leía mi madre en el sofá del salón.
Recuerdo también momentos graciosos y divertidamente afables, como el juego de "Los huevitos de colores" en el que siempre el más osado ganaba (y como no, a mi me encantaba eso de ganar. jeje) y decir el color más simple (y no el "anaranjado con purpurina y un toque de esmalte dorado" que decían mis compañeras de juego, y que por asombroso que parezca, unas niñas de cinco y seis años eran capaces de predecir) era siempre la manera más sencilla de ganar el juego. Solo había que correr lo más rápido posible.

Con la preadolescencia puedo decir otro tanto, de lo malo, y no tanto de lo bueno.
Por suerte (o no) no voy a enrollarme con los pormenores de esta etápa que de manera tan exasperante tuve que compartir con la quinta de imbéciles redomados a los que yo sin duda "tanto y tan buen" aprecio les tengo.
En mis excepciones incluyo a la mayoría (vamos a irlo aclarando), no obstante, no tiendo a ser objetiva mientras me enerbo, y recordar los momentos tristes, duros, dolorosos... me enerba pese a desear evitarlo (tampoco fervientemente).
En fin, esta fue sin duda la época más compleja en la que puedo destacar las competiciones por los sobresalientes con el que por aquél entonces era el chico que durante más tiempo he querido. Supongo, que era uno de esos amores casi infantiles, que siempre dejan un buen recuerdo.
En realidad, de esta etapa conservo los recuerdos de él, siempre tan hermosos, pese a que como en innumerables ocasiones (quizá una o dos) he dicho, nuestra relación acabase por... acabase (en una palabra)

No obstante, desde hace ya algo más de un par de años (mirar si me complico...) puedo decir que soy feliz. Y eso, soy consciente de ello, no es algo que todo el mundo pueda decir.
Quizá sea porque previamente luché por ganarmela o qué sé yo, pero en cualquier caso, entiendo perfectamente a todo aquel que a día de hoy batalla en ésa cruenta lucha que yo tuve que librar a eso de los trece.

Por todo esto, este año (el pasado que me diga), el 2011 (para más inri) ha sido un año fantástico, lleno de felicidad y más de una inesperada sorpresa.
Lleno de sentimientos, una que otra emotiva... charla y muchas (en realidad, y pensándolo bien, no tantas) lágrimas de alegría y muy pocas (en realidad no puedo recordar ninguna, mas seguro que las ha habido) lágrimas de tristeza.
He vivido un montón de experiencias llenas de sentimientos, llenas de abrazos, de risas, de besos tiernos, de cosquillas y de cosas transcendentes (al menos para mí), y, puesto que eso es cuanto pido en cada balance (sentir mucho. Vivir mucho) me quedo con que este (este pasado. Enserio, es una verdadera put... quiero decir fastidio, no haber escrito ayer. ¡La de confusiones que hubiese evitado! En fin, como reza el dicho: "mejor tarde que nunca") ha sido un año inolvidable y, ahora sí que me quedo sin palabras... me ha encantado!

Si el fin del mundo llega en este (ahora sí) 2012, que al menos sea en un ¡FELIZ AÑO! en el que la prosperidad y las buenas oportunidades, los sueños y los sentimientos nos hagan ser un poquito mejor

¡FELIZ 2012 A TODOS!

P.D: Quizá haga una lista con lo que quiero obligarme a hacer de una vez por todas. Tengo que pensarlo (lo escribo para que no se me olvide jajaja)

La emperatriz de los sueños (feliz, para empezar con buen pie)