domingo, 8 de septiembre de 2013

(pre)universitaria



Mañana es mi primer día de uni y estoy nerviosa y asustada y eufórica y deprimida, todo al mismo tiempo. No sé que hacer para no parecer una auténtica negada desde el primer momento, ni cómo actuar para no ser una listilla. ¡Y tampoco sé coger apuntes!

Mañana empieza una nueva etapa en mi vida, y estoy sin saber cómo estoy, pero quería dejar constancia de éste día; no quería que fuese como una de tantas fotos que no llegué a hacer y que ahora me gustaría tener.

Desearme suerte! :)

La emperatriz de los sueños 

viernes, 30 de agosto de 2013

Otoño



El verano casi ha terminado y pronto llegará el otoño, caerán las hojas y los árboles se travestirán, convirtiendo el verde en amarillo y el amarillo en marrón.  
El aire se llenará de humedad y abriremos los paraguas que tarde o temprano se llevará el viento. Y entonces empezará un nuevo ciclo, muy pronto, que durará unos meses o quizá, según con que ojos se mire que cambiará las cosas para siempre. 

Con el otoño vendrán nuevas responsabilidades, más adultas... y las películas de Bridget Jones y Planes de Boda se quedarán de lado. 

El tiempo pasa, de eso no me cabe duda, no obstante, me siendo estancada en las mismas dudas de siempre. Pienso que mi madurez pende de un hilo tan invisible que, sencillamente, es inexistente mientras sigo siendo la chiquilla inmadura de siempre. 

Este verano ha sido un verano intenso. He llorado largas noches y me he atormentado largos días, total para seguir en esta inercia, porque sí, es inercia, que me lleva hacia adelante, porque no se puede ir hacia atrás. 
Y aunque los árboles muden sus ropajes yo sigo vestida con mis miedos. 

De todos modos, algo he cambiado. Cometo las mismas imprudencias de siempre, quizá, pero algo dentro de mí tiene que ser distinto. A la fuerza debe de serlo. ¿El qué? bueno... de eso ya no estoy tan segura. 

Creo que durante años me autoconvencí de que había llegado a un punto tal de comprensión de mi propia persona que ya no podría llegar a conocerme más ni mejor; sin embargo me he dado cuenta de que esa persona que a los once años se proclamo íntegra, ya no existe más. Ahora soy una yo distinta, más adulta, más asustada.

Ojalá en la vida las cosas fuesen como en las películas "sentimentaloides" que tanto me gustan. Pero creo sinceramente que parte de su éxito reside en que el final llega justo al principio, en el "happy ever after" y... ¿qué hay después?
La convivencia es la parte que se suprime en esas películas, porque nadie quiere ver los problemas reales. Para eso ya están las experiencias propias. 

No sé... creo que tengo ganas de que llegue el otoño, porque me gusta el olor a tierra mojada y los colores amarillentos de los árboles. 
Me gusta que llueva aunque se me rice el pelo (y eso me desquicia) y me gustan las botas que tengo cuando pisan las hojas mojadas. 
Me gustan los helados cuando hace frío y aunque octubre ha sido siempre un mes que no me ha llegado a gustar del todo,con el tiempo se ha convertido en en un mes de bellos recuerdos, que ahora me sacan una sonrisa un tanto melancólica. 
Me gustan las patatas fritas entre hojas de estudio, aunque no soporto tener que madrugar. 
Pero... no sé, me gusta la magia del otoño y los cambios y las decisiones, sean acertadas o no, que me depararán. 

La emperatriz de los sueños (con una felicidad melancólica)


lunes, 26 de agosto de 2013

hoy

Hoy me siento triste
Hoy siento que algo ha cambiado. Sólo hoy, sólo un momento... pero algo. Quizá el que ha cambiado eres tú. Puede que quien esté cambiando sea yo.
Pero algo ha cambiado, y se nota tan triste, tan vacío, tan solo...

Y son sólo tres palabras, que retumban, que hacen eco. "Qué ha cambiado?" Hoy, ayer, mañana... ¿Cuándo?

Hoy me siento triste
Tremendamente triste y no sé qué hacer para remediarlo. No sé que hacer para acabar de sentirme bien, porque la felicidad es tan frágil a veces...

y hoy quiero llorar de tristeza.

Hoy me siento triste
Hoy algo ha cambiado


martes, 12 de febrero de 2013

Es un comienzo... jajajja

Dicen que para encontrar tu vocación debes imaginarte haciendo algo, y pensar después si lo harías por el mero placer de hacerlo, sin remuneración alguna. 
Personalmente sólo me vienen a la cabeza dos cosas que podría hacer, simplemente por la sensación de bienestar que me aportan. 



La primera, y admito, se me ha ocurrido mientras comenzaba a redactar estas tímidas palabras; sería ayudar a los más desfavorecidos. Suena a cliché, pero no suelo quedarme estancada en los formularios de cortesía o las actitudes socialmente aceptadas. 
De hecho, tras deliberarlo durante largo rato (unos cinco minutos para hacerle honor a la verdad), he decidido que si mi futuro no está en la publicidad (impelida por mis notas) lo estará en la educación social, de la cual, poco o nada sé. 
Pero deduzco por educación y social, que tiene que ver con educar y ayudar a todas esas personas que tienen problemas, y creo personalmente que ayudarlas a salir adelante es una buena acción, y que como las buenas acciones me reconfortará en un futuro. 
Aunque (me conozco bien) sé que ciertas situaciones  si son impactantes me dejarán marcada, pero también creo que esas marcas son una buena oportunidad para crecer como persona y para auto-realizarme un poco. 
Sea como fuere, el caso es que ayudar a los demás me hace sentir bien, sin ánimo de lucro (aunque, es cierto que el sentimiento de bienestar puede y de hecho es, un lucro, rallando ya la filosofía y la ética. Aunque ese ya es otro tema en el que no voy a entrar, al menos de momento). 
También es cierto que tratar con personas tiene sus inconvenientes, porque las personas en las que pones una esperanza (porque a fin de cuentas, esperas de ellas más de lo que pueden dar) al final pueden defraudarte, pero me he prometido que no iba a hablar de este tema, y voy a ser fiel a mi palabra. 

...Aquellos que poco te valoran, poco valor merecen. 

La segunda cosa que me viene a la cabeza, y es la que me ha impulsado a desempolvar este diario, es la escritura
Siempre he tenido claro que podría dedicarme a ello gratis, por puro placer. 

Aunque por desgracia últimamente se me ha olvidado esta lección que hace muchos años aprendí simplemente por instinto. Y es que a veces creo que era más feliz=) escribiendo cuando no tenía porqué de hacerlo. Cuando lo que me impulsaba era simple y llanamente el placer de hacerlo. 
Y eso se me ha olvidado durante demasiado tiempo... por eso mis letras son tan carentes de alegría, tan carentes de entusiasmo... por eso las palabras ya no me liberan.

Durante un tiempo escribía por el mero echo de que sentía la necesidad de hacerlo, como un deber impuesto... ¡NO PODÍA ABANDONAR MIS BLOGS!
Entonces vino la carencia de emoción, el arte por el arte (mi Romanticismo personal), las palabras vacuas llenas de florituras y amalgamas. 
Después vino la pena y el desuso... y con ella se fueron todas mis manías, mis ganas de seguir luchando por algo que me llenaba y ya no me llena... 

Y aún así, la primera cosa que viene a mi mente es la escritura . Porque aún hoy atisbo historias dentro de mí, historias a las que les gustaría ver la luz... pero tengo que reaprender, que no son historias para ti  o para esa mujer que me podría leer sentada en la cocina. Que no son historias para un anciano en un bar o una adolescente enamorada del aire... Que son historias por y para mi... que son historias para ellas mismas. Que mis personajes se crean (y se creen)  por y para ellos mismos... 

Por eso ahora mismo, creo que necesito encontrar un equilibrio perdido, entre mi yo particular y los miles de yo's que anidan dentro de mí. Porque...

... "Writers aren't exactly people... They are a whole bunch of people trying to be one person"- F. Scott Fitzgelrald