lunes, 14 de noviembre de 2011

Absurda nada que lo es todo



Y que tu me aspes si yo ya no digo nada, pero es que la definición de absurdo es estéril, innocua para seguir mis pasos. Mi propia reducción al absurdo, mi condición contrafáctica, mi redundancia, mi repetición... mi teoría de la nada. La nada que lo ocupa todo.

La inestabilidad de ser promiscua a quedarme en mi sitio, por miedo a reaccionar o porque los sueños sueños son, y después de pisado pasado, pero ¿qué pasado, si el presente carece de motivos y el futuro interactua con la sinrazón? me duele el alma de no hacer nada. ¡Qué estado de absolución más absurdo...!

Absurdo... palabra carente de sentido que extravagante, contraria, se opone a la razón. ¿Pero qué razones me quedan para no hacer nada?, ya no tengo nada que hacer y aún ni siquiera he empezado... que me haspe el abatimiento...

Recorre la senda de "irse por las ramas" porque así es más fácil no decir nada. Demagogia, absurda, total, equivalente... equivalente a ésa nada que lo dice todo.
La pedantería está de moda, ¡vaya si lo está! Luego me sorprendo de mi ego (ai, eso "alter ego") y mi verdadero yo se confundan como las paradojas. Mentiras a medias y verdades (¿verdades? ¿cállate quieres?)

Dialectos, estratosfera, fragmentos... son palabras, eso, palabras. Importa qué decir y no como, pero... ¿Y cuando simplemente hay que decir nada? nada... absurdo...
Escenificado, pragmático y carente de sentido pero estable, como el frío que me gusta, excepto cuando lo padezco, más paradojas, más inexactitud- Eso convierte la vida en hermosa.

Wilde, ahora pienso en Wilde... pero, ¿qué soy capaz de recordar de él, cuando recorría las paredes de Canterville? creo que nada, a excepción quizá de una confusión sexual que no llegué a entender por aquél entonces. Añoro un poquito a Wilde. Pero no quiero hablar de sexo, quiero hablar conmigo misma, y decirme todo esto que no dice nada, pero... ¿Qué más da lo que pueda llegar a contarme sobre un planeta (¿marte?) que está ahí? en algún lugar...

¿Cuantos fragmentos de canción más tengo que recomponer antes de entender la letra? (no quiero preguntar, no quiero, no quiero...) Un poquito obsesionada, sumisa quizá. Eso. Luego todo que alberga nada y nada que lo alberga todo, tan absurdo, tan eficaz, tenaz, persuasivo... me descompongo en mi propia canción ya compuesta, soy los fragmentos unidos de mi propia melodía... Por eso me sueno, a cada momento con un compás.

La emperatriz de los sueños

2 comentarios:

  1. Las malas consecuencias de pensar: Llegar a las conclusiones de lo absurdo.
    Las buenas consecuencias de pensar: tu blog, tus escritos, tus conclusiones...

    ResponderEliminar
  2. ajajaj cuánta razón Amalida :) a veces una piensa que en vez de en circulos giramos en espiral, guárdame el secreto, siempre me ha gustado dar vuelta sin parar y observar como gira el mundo... :) Besazos y gracias por el comentario! ;)

    ResponderEliminar