lunes, 6 de junio de 2011

Pequeña tú





Cabalgué cien noches y tres días, en mi corcel de plata y cincelada certera.
Busqué con ansia y anhelo lugares remotos, utupías de cristal encerradas en tu bola de nieve.

Y mientras, los copos danzaban en mi nuca, cuando con tu beso gélido jalonabas mi expectativas, y con añoranzas, casi tan traslúcidas como tus lacerantes caricias, absorbías mis enseñanzas y te regozijabas de la desventura de mi inquina, y porque no, de mi insatisfacción, de mi ignoracia.

Cogí los fragmentos olvidados, del estertor de tu ego, y los apilé con la esperanza de que el fulgor del cristal diurno apagase los lamentos que pugnaban por salir de las paredes, de esta agonía en la que el infinito me había querido sumir.

Y casi ahondonando dentro de ti hallé la verdadera encrucijada que con tus diafanos besos intentabas ocultar, la esmeralda a tu tesoro perdido.

Te perdiste en la inquina de la desazón, casi de la manera tan absurda como yo misma me perdí, en la agonía de tus gritos.
Suplicaste por tu vida, como hubiste suplicado por la concurrencia que a bien tuvo de visitarte, de despedirte cuando tu tan hialina como siempre decidiste marchar, a propagar tus encantos, tus virtudes... y las mías.
Cuando descuidaste lo tuyo por la utopía de unos besos que jamás existirían, cuando te mudaste a sus brazos cansados de los míos.

Y yo te recogí, pequeña, tus fragmentos, tus inquinas, tus virtudes, tus defectos... y hoy apareces junto a mi, inspiración, bañada como siempre, de sangre, sudor y lágrimas. Pero siempre tan brillante como antaño.

La emperatriz de los sueños

1 comentario:

  1. Muchísimas gracias iMad, ya sabes, tus elogios siempre me sonrojan y me hacen sentir un poquito más importante.
    Me alegra muchísimo saber que mi entrada te gustó, más a sabiendas de que ultimamente tanto las prisas como la falta de inspiración me están absorbiendo y en parte evitando que meta las narices en este blog jajaja
    Pero supongo, que de vez en cuando, la señorita inspiración me baña y salen palabras tan hermosas como las de esta entrada a la luz. Para ti, para quien lo lea y para mi.
    En fin iMad, estoy muy feliz de que sigas pasándote por aquí (aunque no sea tanto como te gustaría )y de que aún hoy (después de tanto tiempo) tengas palabras hermosas para dedicarme :)
    Bueno, besines cuidateee :**

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