martes, 30 de noviembre de 2010

No sé que sentir, que decir ni que futuro hay


He borrado la entrada que yo tan bien escrita tenía, porque no soy capaz de responder a las preguntas que yo misma me he formulado.
Siempre ando aconsejando, ayudando a lo demás, alentando, escuchando... Y no debería hacerlo; no debería porque mi vida está sin raíles, en los días malos, todo se convierte en desidia, todo es reutilizable y desechable al mismo tiempo, y a mí eso no me gusta.

Quería escribir lo que había escrito, de verdad que sí, pero no tenía gancho, ni fuerza... y era banal a más no poder. Aquella entrada era una entrada dedicada al qué dirán, falta de personalidad y de la sinceridad que en principio deseo me impregne, pero en los malos días (como en las malas épocas) ya se sabe, mal acaba lo que ya de por sí fatal empieza.

Me gustaría borrar este día de mi memoria, no sé porqué, tal vez por la angustia y la opresión que siento, porque en el fondo nada ha ido tan mal... sólo siento que ha ido peor aún.
Pero soy cabezona, quien me conoce, bien lo sabe, y es por eso que hoy me esfuerzo por escribir aquí, (aunque en verdad esta entrada sea un desastre) siempre es perfecta para relatar como me siento, y recordar algún otro día, ésa asfixia de este 30 de noviembre.

Hoy no veo la luz, como si estuviese a oscuras. Mi futuro está muy lejos, tan inalcanzable como un querubín tocando su trompeta (no sé si los querubines tocan dicho instrumento, pero no importa, mis angelitos, son músicos de pura cepa) o como componer una obra maestra de la altura de Beethoven, Mozart o Chopin.
Me gustaría cambiar mi teclado de ordenador por un piano, y trasmitir todo esto, con las palabras no me sirve, golpetazos, golpetazos, golpetazos... a la música. Y una copa de cava (que tiene un color precioso, exquisito y delicado) sobre mi negro piano de cola, y una mujer con un vestido rojo, como en la fantasía de cualquier coreógrafo o director de cine, con sus labios pintados de un carmín color pasión. Y cien palabras distorsionadas, como estas. Quiero música, desahogarme y recordar este día que quiero olvidar sin saber porqué.

No hay un futuro claro, todo está oscuro y hace frío (será porque ya llega el invierno xD), pero no importa, hay música, amistad y el mensaje de uno de mis grandes lectores ;)

La emperatriz de los sueños


No hay comentarios:

Publicar un comentario