sábado, 5 de febrero de 2011

Caminar entre las nubes



Caminaba descalza por el sendero lleno de maleza.
Sus pies tropezaban con las ramitas endebles y escurridizas, que siempre parecían encontrarse en el lugar exacto donde descansarían sus pies.
Y ella siempre se caía.

En el suelo, acababa por desesperarse, llenar sus mofletes (siempre de color carmesí) de aire, inflarse como un globo y decir:"¡pues ya estoy cansada!

Así en el suelo se giraba, y boca arriba esperaba a que su rostro se pusiese rojo, azul, violeta... por la falta de aire.
Después se desinflaba y se sentía libre.
Entonces miraba las nubes "deben de ser como el algodón dulce..." se decía, y poco a poco su mente comenzaba a brincar, de nube en nube, de algodón en algodón.

Y así llegaba la noche.
Cuando la luna (o la falta de ésta) se ponía en lo más alto, plegaba las rodillas ,se levantaba del suelo, adecentaba sus ropas y daba media vuelta.

Después, llegaba a casa sin percance alguno, (lo cual siempre la sorprendía) incitándola a volver al día siguiente, con la extraña sensación, de que algo no iba bien del todo en su vida.

2 comentarios:

  1. Muy interesante su blog!, lo acabo de conocer por casualidad y me parece muy bueno! por acá volveré a pasar, ya lo sigo!
    Saludos!

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  2. Las mejores cosas en la vida suelen venir de casualidad. Me alegro mucho de que te guste, y por supuesto eres bienvenido! ;) espero que disfrutes, poco a poco de lo poco que tenga por decir :) besazos

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