martes, 8 de febrero de 2011

lluvia, sueños, lagrimas y vueltas y más vueltas jajjaa


Llueve.
La lluvia cae, y mis ideas con ella.
Me siento única ( no sola), única y sencilla. Sonrío.

Descubro con asombro (y quizá un atisbo de duda, que tan sólo el labio inferior deja entrever) que para ser alguien extraordinario no hace falta ser realmente complicado.
Eso me hace feliz, aunque no dichosa.

Sigo caminando.
Llueve.

Una gota cae sobre la palma de mi mano; una única gota.
¿Qué eres pequeña?
Lluvia.
Lágrima.
Y entonces me descubro llorando, y sola (no única).
Doy vueltas alrededor de mi propio eje, como la tierra; ¡más fuerte que el mundo!

Y entonces sonrío ante el reto que se me plantea : "¡Párate Tierra, que yo no voy a hacerlo...!"
Sigo dando vueltas.

Ya no veo absolutamente nada, la luz se hace oscura, ya no hay nada.

Entonces, caigo al suelo, algo enojada.

Frustrada, abro el paraguas, y resguardada en mi pequeño caparazón de color rojo (rojo como mis sueños) me voy a casa.

La emperatriz de los sueños :)

P.D: Creo que debería comprarme un paraguas rojo, que me proteja con su rojez bajo la lluvia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario