miércoles, 29 de diciembre de 2010

ser amor


Si fuese salitre y me encontrase en el mar, desearía flotar. Desearía vagar, dejándome arropar por las olas y sentirme segura en sus brazos. Me gustaría remar sin barca hacia una isla sin tierra y allí yacer como yace la sal en el agua.
Si fuese viento me gustaría volar. Me gustaría bailar con el soplido del frío en una canción descompasada y sentirme serena y eufórica al mismo tiempo. Recorrer el mundo entre nubes y estrellas y esperar a que llegue el verano y acampe el viento. Me gustaría soplar hasta cansarme...
Si fuese vida me gustaría arrollar y derrochar energía. Me gustaría sentirme viva por el hecho de ser lo que soy. Me gustaría recorrer un cuerpo entero. Llenarte de un vacío tan fuerte, de un soplido tan halagüeño... por cada recoveco, por cada rincón de ese ser. Me gustaría ser quien crease buenas y malas ideas, quien obligase a ser participe o espectador de distintos actos, me gustaría hacerte vivir.
Si fuese muerte me gustaría simplemente yacer. Si fuese fin ojalá no fuese yo quién decidiese el final ajeno.

Ahora bien, si fuese amor simplemente desearía ser, existir sin querer subsistir o yacer, estar y punto. Desearía ser libre; fuego y hielo en una misma piel.
Porque ¿qué es el amor?, eterna pregunta sin respuesta.
El amor es sentirse frenético sin querer hallar respuesta, ser estúpido aún siendo infinitamente listo. Ser fugaz y duradero, con una palabra, un acto o un beso; ser eterno y ser final, ser verdad y ser mentira. ¿Qué es amar?, amar es sentir sin sentido y sin ideal. Amar es conocer el camino hacia un corazón desembocado, ser la continuación de un alma que existe en dos cuerpos. Amar es amar, sin querer encontrar el sentido del ser.
Amar es yacer siendo muerte, vivir siendo vida, volar siendo viento, vagar siendo sal; amar es ser sin ser absolutamente nada.

La emperatriz de los sueños

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