Últimamente no me paso demasiado por aquí; no es que no lo visite, tengo tendencia casi psicópata respecto a visitar mi blog, pero no tengo la "fuerza" para teclear aquí y ordenar un poco mi cabeza, otro poco mi vida y un tanto más mis recuerdos.
De todos modos, no sé si lo echo de menos. Creo que de no ser así no estaría aquí, pero es que no quiero pensar. De verdad que no...
Mi vida a pasado, esta última semana, como un tren que pasa por la estación de un pequeño pueblo en el centro de América del Sur, raudo y veloz, a destiempo y muy de vez en cuando.
No sé lo que he vivido este tiempo, porque no me he quedado con nada.
He pasado celos, angustia, paz... no sé no sé... no puedo pensar, y no quiero hacerlo.
He descubierto a mis amigos, en las buenas y en las malas, he conocido a nueva gente... no sé, es muy complicado. Con la edad todo se complica (que razón tienen mis padres).
Voy a ir por partes:
Tengo que comenzar, como siempre, dando las gracias (no me parece bien que algo tan importante se quede atrás del todo) . Sobre todo a ti, que siempre me escuchas, me animas y me aguantas, más aún, cuando soy insoportable o me pongo taquicárdica perdida.
Cuando suelto un montón de sandeces y no consigo pensar. Cuando no pienso, no existo; si no existo, a saber qué hago. Tú eso lo entiendes, entiendes que no soy perfecta (ni me aproximo a serlo) pero que me gusta ser tal cual soy, y a ti también te gusta; si no no estarías siempre ahí. En definitiva quiero agradecerte mucho y poco, todo, y en un espacio reducido no sé puede, ahora bien, como decía: En definitiva, gracias. Por estar ahí y soportarme tal y como soy, con virtudes y defectos (que tengo muchísimos), por ayudarme en la medida de lo posible y dejar que te ayude, por serenarme, tranquilizarme y aguardar siempre que es necesario, por todo eso y porque no te gusta la menestra de verduras (es broma :D) .
Para continuar, tengo que pensar en mi familia. Sé que parece que en ocasiones, los tengo en un segundo plano; ni mucho menos, pero tengo tantísimas cosas en la cabeza (proporcionables a la cantidad de aire que tengo dentro de ésta) que las cosas dejan de tener orden lógico y están. Simplemente eso, están, así como postradas, permanecen mucho tiempo, demasiado...
Quiero hacerles entender de alguna forma, lo mucho que me importan. Que entiendan que, parezca lo que parezca siempre van a ser lo más importante, junto a muchas otras cosas igual de vitales para mí. Son parte de mi, así sin más (lo digo como si fuese poca cosa... esta juventud de hoy en día! jajajja)
Quiero recordar, que hoy puedo decir que tengo un nuevo amigo. No sé cuán importante llegará a ser, pero desde luego, todo a comenzado de maravilla.
También quiero olvidar. Porque él no me importa, y después de todo, siempre está ahí presente, que cuando logro olvidarle aparece, que cuando no se aleja... A ti te digo : ¿qué existes, solo por hacer que yo no exista?. Ojalá pudiese odiarte, pero no puedo. No puedo, porque no me importas lo suficiente, y aún así, porque no te odio sé que me importas algo. Que injusto.
Y por último tú. A ti no hace falta que te nombre, que te recuerde, que te piense... porque a cada palabra que digo sale tu nombre, porque tú eres cada palabras, tú lo eres todo; todo y nada, porque eres aire, eres vital. No hace falta que te recuerde, porque aunque no lo haga, mi conciencia te tiene presente, sueño contigo, porque eres tú; aún sin saber quién eres, eres tú, con eso me vale. No hace falta que te piense, porque incluso sin pensarte estás presente en la distancia; no hace falta pensarte, porque incluso cuando no pienso en nada, tú lates dentro de mí. En algún lugar...
Tantas cosas, tan poco tiempo... tanto bueno, tanto malo... Pero así es el vivir y así es como quiero vivir yo, con mucho y poco, con lo bueno y con lo malo. Quiero vivir así, porque si no tuviese un equilibrio, mi balanza se caería de lado y queridos soñadores, por lo menos a mi, no me gusta vivir cabeza abajo ;P
La emperatriz de los sueños